lunes, 11 de octubre de 2010

LA BESTIA DE LA MONTAÑA HUECA [Original: Beast of the Hollow Mountain] (1956)

LA BESTIA DE LA MONTAÑA HUECA [Original: Beast of the Hollow Mountain] (1956)
Dir. Edward Nassour, Ismael Rodriguez
  • Guión: Robert Hill
  • Actores: Guy Madison, Patricia Medina, Carlos Rivas, Mario Navarro, Pascual García Peña.
  • País: Estados Unidos / México
  • Clasificación: Dinosaurios y Prehistóricos

Sinopsis:

Jimmy Ryan (Guy Madison) un cowboy tejano afincado en México y su socio, el charro Felipe Sánchez (Carlos Rivas), descubren con desagrado que parte de su ganado ha desaparecido. La gente del pueblo señala como culpable al mismo lugar donde llevan a pastar a los animales: el sitio se encuentra cerca de “la montaña hueca” un territorio que consideran embrujado.

Por supuesto, el par de amigos considera todo ello solo supercherías, más cuando en sus alrededores se encuentra un pantano con arenas movedizas muy peligrosas.

La situación no será fácil para Jimmy Ryan quien se gana un poderoso enemigo en el pueblo: el cacique Enrique Ríos (Eduardo Noriega) quien considera que la relación entre el vaquero y la guapa señorita Sarita (Patricina Medina) amenaza su propia situación sentimental. Después de dos veces de encontrarlos juntos sabe perfectamente quien es su enemigo.

Presionándolo en los negocios, Enrique Ríos fuerza a Jimmy Ryan a retirarse del rancho y del pueblo mismo, pero cuando se encuentra a punto de lograr su cometido, Ryan se ve obligado a acudir en la ayuda de Sarita y el pequeño niño Panchito, el hijo de un trabajador de su rancho quien hacía poco desapareció en la búsqueda de los supuesto ladrones de ganado. Panchito ha decidido ir a la montaña Hueca y buscar a su padre, a quien todos consideran muerto.

Cuando Ryan llega al lugar se encuentra con una increíble sorpresa. Un allosauro, un monstruo prehistórico surgido de las profundidades del pasado, amenaza la vida de la joven y el chico. Armándose de valor, se enfrenta a la criatura quien deja en paz al par para ir detrás del arriesgado cowboy. Pero las cosas se pondrán peores para Ryan porque detrás de él se encuentra también el enfurecido cacique que está decidido a deshacerse para siempre del tejano.

Comentarios:

En su obra, México visto por el cine extranjero (ediciones Era, 1988) el investigador Emilio García Riera muestra como la cinematografía de otros países imagina o plasma en sus obras a nuestro país. Muchas de estas imágenes, como las de Eisenstein (¡Viva México!) por ejemplo incluso han servido para ilustrar nuestra propia identidad, creándola a través de representaciones iconográficas altamente simbólicas que acaban convirtiéndose en referenciales de nuestra “mexicanidad”.

La imagen mexicana, pues, ha sido creada, no se ha desarrollado naturalmente, sino que ha sido “adoptada” por los mexicanos, la mayoría de las veces a fuerza de su exposición en los medios y pocas veces por consenso.

Una película como Beast of the Hollow Mountain es interesante de analizar por qué no solo es una película de monstruos gigantes, sino que además nos cuenta en una segunda lectura la visión que sobre México se tenía en la década de los cincuenta.

La Bestia de la Montaña Hueca forma parte de ese boom de películas de monstruos gigantes que infestaron las pantallas de los cines norteamericanos, con criaturas agigantadas gracias a la radiación atómica. Metáforas del miedo a la ciencia desatada, al horror nuclear y a una situación política mundial sumamente inestable, estos filmes – básicamente catárticos – hacían su agosto con el terror de los espectadores.

“A fines de 1941, concluido el cardenismo y ante la lucha en Europa y Asia, México y Estados Unidos pudieron llegar a un acuerdo que definitivamente mostraba que la etapa de las confrontaciones había terminado. En noviembre, ambos países convinieron en liquidar el conjunto de sus reclamaciones generales que venían arrastrándose desde la Revolución. México tuvo que pagar 40 millones de dólares, pero Washington le otorgó un crédito por una suma similar para estabilizar el peso, facilitando el cumplimiento inmediato del acuerdo. El departamento del Tesoro volvió a adquirir plata mexicana en grandes cantidades (las compras se habían suspendido por la expropiación petrolera) […] Washinton decidió dar un nuevo paso y liquidar el último problema que había entre los dos países: la compensación a las compañías petroleras norteamericanas expropiadas en marzo de 1938.”

Historia General de México, ed. El Colegio de México, México, 1967, Tomo 2, p. 1337

En medio de una guerra, a los Estados Unidos no le convenía tener como vecino a un aliado de sus enemigos, por lo que las asperezas se limaron y así cuando los norteamericanos entraron en guerra ya contaban con los recursos mexicanos de su lado. México y Estados Unidos ahora eran aliados.

Y por supuesto, esa nueva alianza trajo cambios en Hollywood. La imagen del mexicano, del vecino del sur, debía de cambiar. Ya no debíamos ser representados como “bandoleros” o salvajes, sino como un buen aliado, un buen socio, un buen vecino.

Por supuesto, México seguía siendo el país exótico en las mentes de varios norteamericanos (y también de muchos mexicanos) y mucho fue en representar a este país como una especie de idílico paraíso, un lugar natural e impoluto donde todavía existía la belleza de lo simple, un lugar alejado de la materialista “civilización” donde se podía llegar a ser uno mismo, sin ataduras sociales – como los buenos salvajes – viviendo en exótica libertad.

Jimmy Ryan, el héroe de la película, es un cowboy que puede entender la forma de vida rural de México porque se acerca en algo a la de su natal Tejas. Disfrutando de su libertad, se le puede ver en el filme despertar con una sonrisa en medio de aquel lugar paradisiaco entre montañas. Es dueño de un rancho que comparte de igual a igual con un ranchero mexicano, su amigo Felipe Sánchez, quien en el filme no ocupa un lugar inferior con respecto al héroe y es como este, un galán atractivo, valeroso y nada supersticioso. Ambos tienen la obligación y los derechos de un trabajo en común: su rancho.

Por supuesto, Felipe es en cierta manera, el que encarna el personaje del mexicano moderno, del aliado en igualdad de condiciones. La señorita Sara no es tampoco una mujer desprotegida o indefensa. Sabe montar, conoce de los negocios de su padre y es heredera de una cuantiosa fortuna, pero ese encuentra atrapada en medio de un mundo cambiante que aún no ha podido desapegarse de las costumbres “antiguas” ya que se siente moralmente comprometida con el cacique del pueblo, Enrique Ríos, quien la quiere de esposa. El padre de Sara, Don Pedro, no desaprueba esta unión, pero tampoco es retratado como un macho que hace valer su posición de padre sobre su hija. Finalmente tenemos a Pancho y panchito, el primero es el alivio cómico que hace ver los vicios del mexicano (es alcohólico) más como un detalle chusco y pintoresco, que como un defecto, mientras que Panchito, su hijo, es la encarnación de la inocencia, de la pureza de sentimientos. Es interesante ver como este mismo patrón se repetirá en la película The Black Scorpion (Edward Ludwig, 1957), con un tema similar y también afincada en México.

Por supuesto, la verdadera estrella de la película, un alosauro que sobrevive alimentándose del ganado, no puede ser creación de ninguna explosión atómica, en primer lugar por el contexto. Willis O’Brien lo imagino con vaqueros y es fácil entender por qué. Esos desérticos y áridos paisajes del far west tienen el don de transpórtanos al pasado remoto, al mundo prehistórico, al reino de los dinosaurios. En un lugar como México, ribeteado de montañas y sierras, desiertos y bosques, con pueblos en medio de estos paisajes naturales, lo más lógico es que no se desarrollen criaturas monstruosas gracias a la energía atómica, que son mucho más factibles en entornos tecnologizados, en países “más avanzados” y no en pequeñas villas rurales, alejadas – gracias a Dios – de la voraz modernidad. Lo mismo lo veremos expresado también en The Black Scorpion.

Realizada en los hermosos escenarios de Tepoztlán en el estado de Morelos, en México, esta coproducción Estados Unidos/México, nace de la idea del famoso animador y creador de efectos especiales Willis O’Brian (King Kong, The Lost World) quien al principio tenía la idea de realizar los efectos especiales él mismo, pero que por alguna extraña razón, acabó retirándose del proyecto.

  • Esta idea de cowboys y charros contra dinosaurios seria también la posterior inspiración para otro film, Valley of Gwangi (Jim O'Connolly, 1969) cuyos efectos especiales serán producidos por el famoso Ray Harryhousen y cuya trama también transcurre en el México rural.
  • Beast of the Hollow Mountain, es también la primera película de efectos stop-motion en realizarse en color y en cinemaescope.
  • Aunque los créditos de la película muestran a Edward Nassour como el director primario del filme, es muy probable que su codirector, el famoso director mexicano Ismael Rodríguez (Nosotros los pobres, Ánimas Trujano) sea quien haya realizado la mayor parte de la dirección, pues Nassour será quien realice los efectos especiales de stop motion del filme. También es sabido que esta película se filmo tanto en inglés como en español, repitiendo los actores sus escenas para las dos versiones.
  • Dos de los actores de este film aparecerían también en otra película de monstruos gigantes en México: The Black Scorpion (Edward Ludwig, 1957), cuyos efectos especiales serán – ahora si – desarrollados por Willis O’Brian. Carlos Rivas vuelve a aparecer del compañero del héroe gringo de la película, mientras que el niño Mario Navarro, toma una vez más el papel de otro agradable niño rural.
  • Mucha atención en los movimientos de cámara, travelings y encuadres que ofrecen sorprendente dinamismo a esta película.

[Existen una versión en DVD]

2 comentarios:

Caracola Mágica dijo...

Qué excelente reseña; me agradó especialmente la contextualización histórica.
Es también excelente que actualice más seguido.
Por cierto, revisé el blog que me pasó y tiene un contenido interesante, pero el diseño, los colores, las fuentes y sobre todo la redacción son deficientes (al contrario de su blog). Qué lástima. Tendrá que actualizar más seguido para que no me aburra :P
Muchos saludos.

Gabriel Benítez Lozano dijo...

Ah pero te lo pase por algo en especial... porque de ahi te puedes BAJAR LAS PELÍCULAS! digamos que ves una película que te interesa, haces clic en titulo y entras y buscas ahi el link. Puedes bajarte películas difíciles (yo me bajo varias y cuando las encuentro originales me las compro, por ejemplo. Así que ahi tienes mucho cine.. y asómate a este
cinemaoftheworld.com