Dir. Fred F. Sears
Guión: Paul Gangelin y Samuel Newman
Actores: Jeff Morrow, Mara Corday
País: Estados Unidos
Clasificación: Espaciales
Sinopsis:
Cuando el ingeniero en electrónica Micht MacAffe detecta en uno de sus vuelos un extraño y gigantesco objeto volador no identificado, aún no tiene idea de las dimensiones del problema con que la humanidad se ha de enfrentar. El objeto se mueve a velocidades arriba de las supersónicas y sus víctimas preferidas son por supuesto los aviones, lo que pone en alerta a las autoridades. La sorpresa se desata cuando se enteran que el objeto no es otro que una gigantesca ave, parecida a un buitre, quien realmente es un ser extraterrestre compuesto de antimateria. Las noticias se vuelven peores cuando la milicia se entera que la criatura es indestructible, pues se encuentra cubierta por un campo de fuerza (de antimateria, claro) realmente impenetrable. La monstruosa ave ataca aviones, atrapa ganado, desciende sobre los edificios de las ciudades, tiene su nido en Canadá y hace su santa voluntad porque no hay nada que pueda detenerlo. Ahora sí, la humanidad está condenada.
Comentarios:
Siendo justos, la película no es ni mejor ni peor que otros productos de la época. Por supuesto, incluye su buena dosis diálogos pésimos y repetitivos (más de seis veces se nos recuerda que el animal es “tan grande como un barco de guerra”; lo dice el piloto, lo dice el general, lo dice el héroe de la película, nos los recalca la heroína, etc.), maquetas que se adivinan juguetes y que muchas veces ni siquiera tienen continuidad con el pietaje de archivo que han escogido, como en la pelea aérea, donde los aviones de la filmación documental no corresponden con los aviones a escala que destruye el ave, o la ciencia tan absurda que se usa para describir al monstruo.
Sin embargo lo que le ha dado fama a esta película es precisamente su monstruo gigante que es realmente horrible… y divertido. La criatura es básicamente un zopilote desparpajado, de ojos grandes y enloquecidos, con una especie de penacho de escobeta sobre su cabeza y un pico doblado que lo convierten en una verdadera caricatura viviente que inspira más carcajadas que temor. Su vuelo torpe, como el de un pavo sostenido por cables, no lo ayuda mucho en su tarea de aterrorizar al público, pero es precisamente ese contraste entre lo que se supone infunde terror a los personajes de la película y lo que verdaderamente estamos viendo lo que lo convierte en una de las películas más queridas por los fans.
Es interesante mencionar que al principio la idea era usar un modelo en stop motion diseñado nada menos y nada más que por Ray Harryhousen, sin embargo, las limitaciones en el presupuesto obligaron al productor Sam Katzman a construir su criatura con una compañía mexicana de efectos especiales. Jeff Morrow, actor del reparto, relata que mientras se filmaba la película nadie conocía la imagen definitiva que tendría el monstruo y que él solo la vio ya en el montaje definitivo exhibido en un cine de su pueblo natal. La gente se desternillaba de la risa al ver al monstruoso zopilote y el actor optó por escabullirse de la sala antes del final para que nadie lo reconociera.
La bestia pues, no solo es una caricatura de sí misma, sino que acaba caricaturizando a la película entera con su influencia y tal vez por ello, haciendo que resaltaran todos aquellos elementos absurdos de la trama. Ver los rostros aterrorizados de los personajes frente a frente con aquel pájaro gigante con cara enloquecida y atontada es el punto álgido de lo absurdo de la situación.
¿Nos permite THE GIANT CLAW reírnos de nuestros propios miedos y al mismo tiempo de nosotros mismos?
[Existen una versión en DVD]
1 comentario:
Este es uno de mis monstruos Favoritos por ser "tan chafa que es chilo" desde que supe de el en el sitio de Cinemassacre.com
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