ATTACK OF THE 50 FOOT WOMAN (1957)
Dir. Nathan Juran• Guión: Mark Hanna
• Actores: Allison Hayes, William Hudson, Yvette Vickers
• País: Estados Unidos
• Clasificación: Colosos y Humanoides
Sinopsis:
Nancy Fowler es una rica y atractiva mujer casada con un parasito de hombre, egoísta y mujeriego, interesado solo en su dinero y en su “Estrella de la India”, un caro diamante que carga en su collar Las infidelidades de su marido y los problemas familiares la han convertida en alcohólica y ella misma se sabe comidilla de toda la gente del pueblo donde vive, pues Harry Archer, su marido, ni siquiera oculta su relación con Honey Parker, una mujer del mismo lugar con la que descaradamente se exhibe.
En un viaje por carretera, Nancy sufre una aterradora experiencia con un ovni, un objeto esférico y luminoso de donde surge una mano gigante que intenta atraparla. La mujer, horrorizada, logra escapar y llegar al pueblo donde, temblando y aterrada, cuenta su experiencia al Sheriff. Este, conociendo la fama de alcohólica de Nancy, tiene claras dudas de su experiencia, pero decide acompañarla hasta el lugar donde se dio el encuentro. Por supuesto, no hay pistas de nada.
Harry Archer tiene que regresar a su casa con una esposa histérica y aterrada a la que tiene que soportar, pero pasado un tiempo tendrá que darle la razón al ser el mismo testigo del suceso, en un viaje realizado ex profeso y por insistencia de su esposa, al desierto del lugar donde ambos se encuentran con el objeto y un gigantesco hombre de casi 15 metros. El gigantesco hombre extraterrestre secuestra a Nancy y Harry huye, abandonándola cobardemente a su suerte. Por alguna razón, el alienígena desea también el diamante que carga la mujer.
Al poco tiempo, Nancy es encontrada por la policía y llevada a su hogar donde es atendida por el médico, el cual detecta una inusual radiación que envuelve el cuerpo de la mujer.
Ante esta inusitada situación, Harry decide cortar con todo y se dirige al hotel-bar del pueblo para escapar con su amante, pero es interceptado por su gigantesca y ahora bestial esposa que derrumba el lugar matando a Honey con una pesada viga de madera. Cuando la policía llega al hotel, (después de presenciar por ellos mismos la existencia del ovni y a su sorprendente ocupante) son testigo de cómo Nancy lleva entre sus manos a un espantado Henry que grita por su vida. Intentando detenerla, el Sheriff dispara a la gigantesca mujer que al pasar cerca de una torre de alto voltaje, es electrocutada al impactar uno de sus proyectiles en uno de los sistemas de la electricidad. El cuerpo de Nancy, brillando por la energía, se derrumba en el suelo y junto con ella, Harry.
Cuando la gente llega a donde se encuentran ambos cuerpos descubren que los dos han muerto. El doctor solo se presta a decir lo siguiente: Al final, Nancy tiene a Harry para ella sola
Comentarios:
No es extraño que se encuentren muchos puntos en común entre Attack of the 50 foot woman (1958) de Nathan Juran y, The amazing colossal man (1957) de Bret I. Grodon, ya que el guión y la historia son de Mark Hanna que trabajó en ambas producciones. Estos elementos en común van más allá de la simple coincidencia entre el gigantismo de ambos protagonistas y llegan a reconocerse en las motivaciones y problemáticas internas de los personajes.
Algunos críticos y analistas ven en esta película un alegato revanchista y pro-feminista contra el sistema machista y patriarcal imperante en la sociedad de los cincuenta y que en cierta manera todavía persiste hasta nuestros días. Han querido ver en el agigantamiento de Nancy Fowler la simbología de un empoderamiento cada vez más evidente de la mujer en la sociedad. Ante esta situación de poder, el sistema patriarcal se encuentra cada vez más preocupado y ve en este movimiento en pro de las mujeres, una amenaza a su estatus y privilegios.
En cierta manera, lo que hace esta película es dejar en evidencia (involuntariamente) ese miedo del sistema patriarcal hacia una cada vez mayor participación femenina en las decisiones de poder en la sociedad, aunque siendo sinceros, Nancy Fowler está muy lejos de representar esa imagen de competitividad femenina. Su gigantismo, aunque ligado con la imagen del poder, no es una enormidad que represente una mayor influencia del papel femenino en las decisiones de su medio, sino una simple transformación hacia la monstruosidad.
Al igual que el coronel Manning en The amazing colossal man, Fowler es una mujer invadida por la confusión, el desencanto y la indecisión. Aunque casada con un hombre que no tiene empacho en serle infiel y cuyo único objetivo es disfrutar del dinero de su herencia, Nancy no ha encontrado la fuerza para separarse de él. Considera que aún lo ama y por tal razón continua soportando sus desprecios e infidelidades que ya no son un secreto para nadie en todo el pueblo. Públicamente expuesta e interiormente impotente para lidiar con tan humillante situación, Nancy no encuentra otro escape para sí misma que la bebida.
Delante de su marido y para la sociedad, su actitud no parece la de una mujer doblegada, se ha convertido en una cínica, pero la realidad es otra. Ella conoce muy bien la imagen que posee ante la sociedad de donde vive y es por ello que cuando tiene el aterrorizante encuentro con el gigante del ovni y acude histérica a comentarlo a las autoridades, sabe que no le creerán: ¿Quién va a hacer caso de una borracha?
Posteriormente Nancy volverá a tener un encuentro con el tripulante del ovni, y esta vez, las secuelas de ese contacto van a manifestarse en su cuerpo cuando este comience a crecer descomunalmente. Ahora Nancy se ha transformado en un monstruo. No sólo ella ha crecido; su frustración y rencor lo han hecho con ella y esta vez va camino al pueblo a deshacerse de su rival, una vividora llamada Honey Parker quien morirá aplastada – con toda la intención – por la titánica Nancy. Es interesante notar que ahora, transformada en gigante, Nancy no es completamente dueña de sus facultades mentales. Al igual que ocurrió con el coronel Manning, “el sorprendente hombre colosal” es la parte bestial, instintiva y directa la que ahora controla el cuerpo de Nancy. Es como un animal enojado y en cierta medida, un ser controlado por sus emociones.
En las últimas escenas de la película, desde donde Nancy captura con su descomunal mano a su aterrado marido, hasta el momento en que es electrocutada por una descarga de alto voltaje, es imposible no hacer un paralelismo con el famoso mono cinematográfico, King Kong. Lo verdaderamente patético es que Nancy no ha secuestrado a su marido para hacerle pagar todo lo que ella ha sufrido, sino que lo ha hecho para quedárselo, para evitar que se lo arrebaten.
Finalmente, cuando el cuerpo de la giganta se encuentra derrumbado al lado del cadáver de su marido, el doctor del condado lanza finalmente el epitafio machista de una sociedad que no sabe ver más allá de lo aparentemente evidente: Al final, Nancy tiene a Harry para ella sola.
La realidad es que Nancy no necesitaba a Harry para ella. Necesitaba la fuerza interna para retomar su propia vida y vivirla sin miedo. Pero eso no lo va a comprender nadie porque Nancy es ahora un monstruo (“la más grotesca de todas las monstruosidades”, reza el corto cinematográfico). Rompió las reglas, se convirtió en una amenaza pero lo peor es que ni siquiera fue por su propia decisión: fue la radiación de un ente extraño quien la hizo hacer eso.
El cuerpo agigantado de Nancy es un reflejo pues, no de una decisión de tomar el poder, sino de un acumulamiento de frustraciones por la imposibilidad de afrontar la realidad y a la sociedad misma, que estigmatiza y señala a quienes no se ajustan a sus cánones. El miedo y la falta de responsabilidad ante el hecho de tomar decisiones dolorosas para su propia vida no sólo llevará a Nancy al alcoholismo, sino finalmente, al desastre. Y al igual que el coronel Manning lo hizo en su film, ella lo pagará de la casi única manera en que pagan los monstruos gigantes su osadía de romper con la tranquilidad del sistema social americano: por las armas de la ley.
La angustia de Nancy proviene del Viet-Nam de muchas mujeres, del campo de batalla que se encuentra en su propio hogar y en una sociedad muchas veces superficial y de doble moral. Enfrentarse a ello conlleva un esfuerzo muy duro y una fortaleza interior capaz de permitirnos afrontar nuestras propias responsabilidades con nuestros recursos y dejando atrás el miedo. Nancy Fowler, por desgracia, no puedo encontrar esa fortaleza.
Es interesante notar cómo el extraterrestre del filme, es al igual que el coloso de The amazing colossal man, un gigante calvo. Toda esa falta de pelo frecuentemente se asocia en el cine – según H. Arthur Taussing – a los villanos. Existe una gran variedad de villanos calvos en el medio del cine como Albert Dekker en su papel del Dr. Cyclops en Dr. Cyclops (Ernest B. Schoedsack, 1940) o Tor Johnson, en el famoso papel del “zombizado” inspector Clay que brota salvaje y aterrorizador de la tumba en el cementerio de Plan 9 from outher space (Ed Wood, 1959)
Aunque sin mucha relación realmente con el filme, la temida radiación hace su aparición en esta película, una vez más, considerada como la causa de la mutación de Nancy Fowler en la monstruosa mujer de 15 metros. Esta radiación no proviene de ninguna bomba o experimento sino de una nave que no es de este planeta. A ser redonda y después de la exitosa misión que puso al Sputnik en órbita, nadie duda en llamar al objeto “satélite”. Una vez más, la radiación – venga de donde fuere – se convierte en el elemento mágico, la causa de moda para transformar al hombre en un monstruo.
Es importante dejar patente que los elementos analizados en este discurso, provienen más de un análisis del subtexto de la película, que de la intencionalidad de sus productores. Por lo general, muchos de los filmes populares reflejan de manera involuntaria las ansiedades, tensiones y la vison cultural de la sociedad de su presente. El ataque de la mujer de 15 metros, ofrece mucha de esta información debajo de su argumento fácil y descabellado, se apropia de las claves culturales y metafóricas más comunes para el grupo social de donde proviene y se regodea en el pensamiento imperante de su lugar y su época. El film fue escrito por un hombre y eso se nota. El final de la película es una muestra de ello. La tragedia es desatada por lo que la visión masculina cree saber de las necesidades femeninas. Su punto es que Nancy realmente estaba enamorada de la basura de su marido y su único objetivo era tenerlo para sí. Sin embargo el análisis de mi texto está hecho desde el punto de vista de una época donde – aunque sigue imperando una visión masculina de lo social – las cosas deben juzgarse por varios ángulos. Lo que un grupo entendía antes como amor incondicional, ahora lo entendemos - bajo ciertos hechos y elementos, claro – como una reacción desesperada ante la inseguridad personal.
Trailer oficial de la película
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